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La mañana en que el líder golpeó dos veces

El Val amanecía con ese brillo especial que solo desprenden las grandes citas. La RSD Alcalá recibía al líder del Grupo 5 de Segunda RFEF, un Rayo Majadahonda en estado de gracia, pero decidido a sufrir en un campo donde hasta hoy nadie había conseguido llevarse los tres puntos. Los rojillos, empujados por su gente, encaraban el duelo con la firme intención de demostrar que en su fortín no manda nadie más que ellos.

 |  Alcala  |  Primer equipo

El Val amanecía con ese brillo especial que solo desprenden las grandes citas. La RSD Alcalá recibía al líder del Grupo 5 de Segunda RFEF, un Rayo Majadahonda en estado de gracia, pero decidido a sufrir en un campo donde hasta hoy nadie había conseguido llevarse los tres puntos. Los rojillos, empujados por su gente, encaraban el duelo con la firme intención de demostrar que en su fortín no manda nadie más que ellos.

Los primeros compases ofrecieron lo esperado: igualdad, respeto mutuo y un pulso táctico que ninguno de los dos equipos lograba desajustar. Las áreas eran territorios poco transitados, y aunque el juego se movía con ritmo, las ocasiones brillaban por su ausencia.

Hasta que Javi Hernández encendió la mecha. El delantero alcalaíno robó un balón en la frontal que olía a pólvora, se acomodó como pudo y buscó el disparo, pero no encontró el espacio necesario para golpear con claridad. Fue el primer aviso serio de que el Alcalá empezaba a ganar metros, a empujar, a creer.

Y entonces llegó la jugada que hizo rugir El Val. Una acción encadenada que parecía sacada de un guion épico: primero un mano a mano en el que el portero visitante salvó de milagro, después un disparo que se estrelló en el palo, y, como colofón, un tercer remate que tampoco encontró portería. Tres ocasiones en apenas segundos, tres gritos de gol ahogados, tres latidos que retumbaron en la grada. El Alcalá había despertado.

Pero el fútbol, caprichoso y cruel, tenía preparado un giro inesperado. Minuto 36. En una acción discutida, el colegiado señaló penalti a favor del Majadahonda y expulsó a Héctor por doble amarilla. La protesta fue tan intensa como inútil. El líder no perdonó desde los once metros, haciendo el 0-1 y dejando a los rojillos con un doble castigo que condicionaría el resto del encuentro.

Con ese golpe, y pese al esfuerzo del equipo, se llegó al descanso. Un gol abajo y un hombre menos: cuesta arriba, pero no imposible.

La segunda mitad apenas había echado a andar cuando el Majadahonda encontró su segundo tanto. Un jarro de agua fría que obligaba a remar a contracorriente.

Aun así, el Alcalá no se rindió. Siguió buscando, insistiendo, llegando por banda, generando ocasiones que merecieron otro destino. El Val empujaba, alentaba, se negaba a asumir que ese no era un día para celebrar. Pero el balón, inflexible, se negó a cruzar la línea.

El pitido final certificó el 0-2 y, con él, la primera derrota de los hombres de Vivar Dorado en casa esta temporada. Un castigo severo para un equipo que compitió, que generó, que creyó y que, a pesar de la derrota, dejó claro que este camino solo se entiende desde la lucha y el orgullo.

En El Val no se baja los brazos. Hoy el líder ganó; mañana, aquí, volveremos a pelear.

FICHA TÉCNICA: 

RSD Alcalá: Pantoja; Héctor Martínez, Javi Jiménez, Jesús Arribas (Salinas, 74’), Sergio Marcos (Ángel Blanco, 61’), Javi Hernández (Dani Marín, 74’), Aitor González, Nico Sánchez, Edu Viaña, Marco López (Álvaro Portero, 87’) e Izan (Iván Robledo, 61’).

Rayo Majadahonda: Prieto; Daniel Ramos, Daniel Vidal (Diego Rodríguez, 67’), Javi Gordo, Juan Durán, Antonio Amaro, Yuya Yoshimura (Cheikh Sall, 86’), Pol Prats (Sergio Carmona, 81’), Ilies Hassaine (Fran Pérez, 86’), Dani Plomer (Iñigo Ramos, 67’) y Jorge San José.

Árbitro:  Alexandre López Vila del Comité de Árbitros Gallego, amonestó a Edu Viaña, Héctor Martínez (doble amarilla y expulsión), Aitor González y al segundo entrenador Adrián Martínez Cabañas (roja) por la RSD Alcalá. No mostró tarjetas a jugadores del Rayo Majadahonda.

Escrito por: Ainhoa Riofrío

Fotografía: Víctor García