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Regreso soñado al Val: el Alcalá conquista su primer triunfo en 2ª RFEF

El Estadio Municipal del Val se vistió de gala para recibir la segunda jornada de liga de 2ª RFEF Grupo 5. La RSD Alcalá, arropada por una afición que nunca dejó de rugir, firmó una victoria de coraje y fútbol ante la UB Conquense (2-1), confirmando que este equipo tiene alma, pegada y, sobre todo, una identidad marcada.

 |  Alcala  |  Primer equipo

El Estadio Municipal del Val se vistió de gala para recibir la segunda jornada de liga de 2ª RFEF Grupo 5. La RSD Alcalá, arropada por una afición que nunca dejó de rugir, firmó una victoria de coraje y fútbol ante la UB Conquense (2-1), confirmando que este equipo tiene alma, pegada y, sobre todo, una identidad marcada.

Desde el pitido inicial, el dominio fue rojillo. Los de Alcalá llevaron el peso del partido, imponiendo su ritmo y mordiendo cada balón dividido. En el minuto 12, Borja Sánchez tuvo en sus botas la ocasión más clara del arranque: un disparo seco que obligó al portero visitante a intervenir con apuros, despejando con los puños ante el grito contenido de la grada.

El Conquense respondió en el 17, pero ahí apareció el guardián del Val, Pantoja, que desplegó sus superpoderes para evitar lo que parecía un gol cantado. Una parada que valió tanto como un tanto propio, y que mantuvo encendido el espíritu rojillo.

El partido pedía magia, y la magia llegó en el 24. Izan se inventó una jugada de esas que levantan al público con un desborde por la línea de fondo, sangre fría y un pase magistral al corazón del área. Allí esperaba Javi Hernández, que no perdonó: disparo potente y estallido en el Val. El 1-0 llenó de electricidad cada rincón del estadio.

Cuando apenas quedaban unos segundos de primera parte, Nico Sánchez, incansable por la izquierda, se coló hasta la línea de fondo y su centro venenoso provocó el error de la defensa visitante, que introdujo el balón en su propia portería. El 2-0 llegó como un premio al empuje y mandó a los rojillos al descanso con ventaja y confianza.

Tras la reanudación, el guion no cambió: el Alcalá siguió buscando la portería contraria, fiel a su idea. En el minuto 70, el Conquense logró recortar distancias con un tanto que dio emoción al marcador (2-1), pero lejos de bajar los brazos, los rojillos continuaron atacando, firmes en defensa y con la convicción de que el triunfo debía quedarse en casa. Y así fue, los 90 minutos se consumieron con el Val convertido en un hervidero de aliento y pasión.

El pitido final confirmó lo que ya se había intuido desde el inicio: este equipo tiene carácter y, con el apoyo de su gente, es capaz de superar cualquier obstáculo.

Escrito por: Ainhoa Riofrío