Un test exigente en Getafe que refuerza al Alcalá
En la Ciudad Deportiva del Getafe, la RSD Alcalá afrontaba su quinto amistoso de pretemporada, un duelo exigente ante un filial azulón siempre competitivo y con talento en sus filas. Y lo cierto es que el choque sirvió para medir la capacidad de resistencia, sacrificio y orgullo de los hombres de Vivar Dorado.

En la Ciudad Deportiva del Getafe, la RSD Alcalá afrontaba su quinto amistoso de pretemporada, un duelo exigente ante un filial azulón siempre competitivo y con talento en sus filas. Y lo cierto es que el choque sirvió para medir la capacidad de resistencia, sacrificio y orgullo de los hombres de Vivar Dorado.
El encuentro comenzó con equilibrio, con ambos equipos tanteándose y buscando espacios. Sin embargo, en el minuto 16 llegó una jugada clave: la expulsión de Chete con roja directa dejó al Alcalá con uno menos demasiado pronto. Pese a la inferioridad, el equipo se mantuvo sólido, aunque en el 21 el Getafe B encontró el 1-0 y, en el 35, amplió la ventaja.
Los minutos previos al descanso fueron de dominio azulón, pero ahí emergió la figura de Isma Gil. El guardameta rojillo sostuvo al equipo con una doble parada espectacular en el 42 que evitó un resultado más amplio antes del intermedio. Gracias a él, el partido se fue al descanso con un 2-0 que mantenía vivas las esperanzas.
Tras el paso por vestuarios, Vivar Dorado refrescó al equipo con la entrada de Dani Marín, Ángel Blanco y Edu Viaña. El Getafe B, con un jugador más, trató de aumentar la ventaja, pero la defensa rojilla, firme y solidaria, supo despejar y aguantar las embestidas locales. En el 62, sin embargo, llegó el tercer gol azulón.
El Alcalá no se rindió. Con orgullo, siguió buscando portería rival y en el minuto 79 rozó el tanto con un disparo que se marchó fuera por escasos centímetros. Esa acción simbolizó la fe y la lucha del equipo, que no dejó de intentarlo hasta el pitido final.
El resultado (3-0) no refleja lo que de verdad ofrecieron los nuestros: esfuerzo, carácter y la demostración de que este grupo sabe competir incluso en circunstancias adversas. Jugar más de 70 minutos con un hombre menos ante un rival de nivel puso a prueba al conjunto rojillo, y la sensación que queda es positiva: el equipo crece, se fortalece y se prepara para llegar con garantías al inicio de la temporada en 2ª RFEF.
Un día para aprender, crecer y seguir construyendo el Alcalá que ilusiona.
Escrito por: Ainhoa Riofrío