Tres malos minutos impiden la victoria
Quinto partido de la temporada, el cuarto como visitante, y primer empate del curso. En un partido en el que nunca perdieron la fe, los hombres de Salvachúa lo intentaron hasta la última jugada (la cual el colegiado no dejó finalizar), pero tuvieron que conformarse con un punto.
Quinto partido de la temporada, el cuarto como visitante, y primer empate del curso. En un partido en el que nunca perdieron la fe, los hombres de Salvachúa lo intentaron hasta la última jugada (la cual el colegiado no dejó finalizar), pero tuvieron que conformarse con un punto.
Tras el mal partido de la semana pasada, los nuestros salieron desde el inicio con la idea de resarcirse, y llevarse la segunda victoria de la temporada. Controlando el choque a través del balón, minimizando a un rival que hasta ahora no había dejado escapar un solo punto de su feudo.
El premio al buen inicio de partido llegó pronto. A los trece minutos, Pablo Zotes filtró un buen balón entre la zaga, para David Barca. Éste le ganó la partida a los centrales, adelantándose, recibiendo solo en el interior del área, y definiendo por bajo como los grandes goleadores, solo ante el cancerbero.
A pesar de ir por delante en el marcador, los nuestros no se conformaron, y buscaron más, ante un rival que no lograba crear peligro. Aunque el Trival mejoró en los últimos minutos del primer tiempo, la buena disposición táctica de los de Salvachúa impedía a los locales crear peligro.
Sin embargo, a pesar del buen partido, el segundo tiempo no pudo empezar peor. En apenas tres minutos, los que van del cincuenta al cincuenta y tres, el Trival Valderas logró darle la vuelta completa al marcador. Primero con un golazo desde la frontal del área, escorado, mandando Nogueira el balón por toda la escuadra, imparable para Degre. El segundo, en un contragolpe, aprovechando un fallo de despeje de la zaga, Chama marcó tras recibir el balón en el interior del área.
A pesar del mazazo anímico, los nuestros lograron reponerse. Aunque los costó, los pupilos de Salvachúa se hicieron con las riendas del partido, obligando al equipo local a meterse en su propio campo. El veterano equipo alcorconero logró cerrar espacios muy bien, y arañó todo el tiempo posible al marcador.
De tanto insistir, a pesar de que no se lograban crear muchas ocasiones, llegó el premio mínimo del empate. Pablo Zotes centró desde la banda diestra. En primer palo prolongó lo justo Barca hacia el segundo, donde aparecía su compañero de delantera, Álvaro Portero con la caña, para marcar prácticamente a placer el segundo, quedando más de diez minutos para el final.
Y no se conformaron los nuestros con el empate, buscando hasta el final el tercero, arrinconando a un rival que se defendía muy bien. Pero no pudo ser, y tuvimos que conformarnos con un punto.