MAL DE ALTURA
El Alcalá volvió a fallar en casa cuando más sencillo parecía y no dependerá de si mismo en la última jornada para clasificarse para los playoff.
El Alcalá volvió a fallar en casa cuando más sencillo parecía y no dependerá de si mismo en la última jornada para clasificarse para los playoff.
En una temporada absolutamente atípica, en la que sólo 3 equipos han demostrado regularidad y solvencia, la maldición del playoff se cebó con los nuestros para helar las ilusiones rojillas. Y eso que el equipo arrancó con 10 minutos muy buenos que pusieron contra las cuerdas a los rayistas, pero no consiguiendo el gol en ese arranque, el equipo dio un paso atrás, cediendo el balón al rival, al que sólo valía la victoria para evitar el descenso, esperando el fallo para dar algún zarpazo.
Cumplida la media hora y manteniendo este guión , en una rápida transición rojilla llegaría la alegría al Val, cuando un cabezazo de Manu Toledano se colaba con suspense en la meta vallecana. Jugando a favor de obra, las ocasiones se sucedieron y se cantó el 2-0 en un zapatazo al larguero de Navarro en una cesión dentro del área. Sin embargo, en el siguiente ataque rival lo que llegaría es el empate, para asombro de los presentes en El Val, que se la prometían muy felices y se encontraron con una situación inesperadamente comprometida.
Sin embargo, lo peor estaba por llegar. No habían roto a sudar los jugadores en la reanudación cuando los visitantes se adelantaban en el marcador. El gol hizo muchísimo daño al equipo, que se dio cuenta de la trascendencia del mismo. Rápidamente se produjo el primer cambio, reemplazando Álvaro Portero a Rubén. El delantero aportó picante al partido pero la ausencia de Rubén en sala de máquinas dejó al equipo muy plano. Y cuando parecía que el equipo se iba a hacer con la situación llegaba el tercer gol filial, que noqueó por completo a una Deportiva que, a pesar de los cambios, fue incapaz de generar ocasiones que dieran lugar a la esperanza, salvo por tímidas ocasiones en jugadas individuales que morían una y otra vez en línea de tres cuartos rayista, para desesperación de la parroquia local que veía con impotencia como se esfumaba una plaza de playoff que estaba muy cerca.
Lo increíble de la temporada es que, a pesar de todo, el equipo afrontará la última jornada con opciones de clasificación. Para ello deberá ganar en su visita a un Parla que se juega la permanencia y esperar que Colonia Moscardó no gane o que Las Rozas pierda.