UN PUNTO DE RAZA Y CASTA

El primer equipo logra rescatar un punto en el campo que más condiciona el juego de la categoría.

Una semana más, nuestro primer equipo continúa sin perder. Son ya once partidos consecutivos sumando, lo que mantiene a los hombres de Salvachúa en los puestos de play off. Una dinámica muy positiva, adaptándose a todas las circunstancias para seguir sumando.

El de Canillas no era un partido más, por las circunstancias en las que se desarrolla el juego. Con un césped que tiene más goma que hierba artificial, y sobre todo muy pequeño. Del 105x70 de El Val, los nuestros tuvieron que adaptarse a jugar en un campo de 90x50. Nada que ver el tipo de partido de uno y otro campo, y los nuestros supieron adaptarse.

No solo se adaptaron muy bien a las circunstancias de partido los nuestros, sino que además lograron ser mejores que un rival mucho más acostumbrado a ello. De hecho, el mejor jugador del Canillas fue su guardameta Álvaro, que fue toda una pesadilla para los nuestros. El meta del equipo de Hortaleza hizo cuatro grandísimas paradas en el primer tiempo, salvando a los suyos de algo más que cuatro goles cantados a Barca y Zotes.

Al cuarto de hora de partido, y en su primera ocasión, el Canillas se adelantó en el marcador, en un acción a balón parado. Los blaquiazules sacaron un córner a la derecha de Quesada, que Tiago cabeceó desde el interior del área chica. Un mazazo para los rojillos, que, espoleados por la numerosa afición desplazada, no se vinieron abajo, y pronto lograron empatar, por mediación de Barca. Desquitándose de las dos buenas paradas del meta Álvaro, nuestro once remató desde fuera del área, logrando batir al cancerbero con un disparo cruzado. Sin embargo, tres minutos después, de nuevo en un córner, el equipo local se puso de nuevo en ventaja, esta vez por mediación de Ivo.

Aún así, los nuestros no bajaron un ápice. Creyendo en lo que estaban haciendo , puesto que los dos goles locales fueron en dos acciones aisladas, los de Salvachúa siguieron insistiendo, y estuvieron a punto de empatar al filo del descanso, topándose de nuevo con el portero David López.

Tras el segundo tiempo el Canillas logró bajar el ritmo del partido. Logrando que no hubiera mucho ritmo, el equipo local se pertrechó bien atrás, no dejando espacios, ni que los nuestros desarrollaran su juego. Y viendo que el equipo local parecía renunciar a más, Salvachúa metió todo el potencial ofensivo disponible en el banquillo, retirando gente de la parcela defensiva. Una apuesta para cargar con todo, que se estrelló contra un muro llamado Canillas que no permitía nada.

A dos minutos para el final, Jaime logró rescatar un punto más que merecido. El canterano recibió el balón de Álvaro Portero, y solo en el área, no perdonó. Un gol que dio alas a los nuestros, que no se conformaron con el empate, puesto que en los seis minutos que se jugaron después del tanto del canterano, llegamos a estrellar un balón en el palo, rozando el gol también Borja Sánchez.

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