El Sénior Femenino renace con triunfo 2-0 sobre el Olímpico

Las chicas del Alcalá han vuelto a la senda de la victoria. Tras dos jornadas consecutivas sin sumar puntos, lograron imponerse con autoridad al Olímpico de Madrid en un partido trabajado, en el que las rojillas fueron de menos a más para cerrar el marcador 2-0.

El encuentro comenzó con nervios para el Alcalá. Pese a enfrentarse a un equipo de la zona baja de la tabla, las rojillas sintieron la presión de volver a ganar en casa, y eso se reflejó en los primeros minutos, donde el juego fue impreciso y las oportunidades escasas. Sin embargo, conforme avanzaba el tiempo, las chicas fueron encontrando su ritmo y se asentaron en el campo, desplegando un juego más sólido y organizado.

La recompensa llegó a través de una falta peligrosa al borde del área. Con precisión y decisión, nuestra jugadora se encargó de lanzar el balón directo a la red, marcando el primer gol del encuentro y desatando la alegría en la grada. Con el 1-0 en el marcador, el equipo se fue al descanso con la tranquilidad de ir en ventaja.

La segunda mitad mostró una versión más confiada y dominante del Alcalá. Las rojillas movieron el balón con calma y paciencia, controlando el juego y haciendo correr al rival de un lado a otro. Con esta estrategia, desarticularon la defensa del Olímpico de Madrid, que apenas lograba recuperar el balón.

El esfuerzo tuvo su premio cuando, en una jugada rápida y precisa, el equipo lanzó un balón a la espalda de la defensa contraria. Nuestra delantera, rápida y astuta, aprovechó la oportunidad, enfrentándose mano a mano con la portera y definiendo con frialdad para anotar el segundo gol. Con el 2-0, el Alcalá selló el partido y mantuvo la calma hasta el pitido final, asegurando una victoria importante tras las dos derrotas previas.

Con un juego sólido y dos goles clave, las chicas del Alcalá lograron tres puntos vitales que las llenan de confianza para las próximas jornadas. El equipo vuelve a mostrar su mejor versión y se reafirma en su camino de lucha en la tabla.

Escrito por: Ainhoa Riofrío